

Discover more from Samuel’s Newsletter
Por Samuel Mantilla - Accountability de la sostenibilidad. ¿Revelación según-la-industria y/o según Alcance 1, 2 y 3?
En el firmamento de la sostenibilidad, una constelación de estándares y prácticas ya afianzados se mueve buscando una alineación que ojalá sea positiva para todos. Los estándares y requerimientos de ISSB, la Unión Europea y la US-SEC comienzan a afianzarse como los más destacados en ese conjunto, donde otras estrellas con luz propia buscan reconocimientos más amplios y utilizaciones específicas.
Se percibe un ‘conflicto’ normativo que no será fácil que las empresas lo resuelvan en la práctica: responder a estándares basados-en-industria (que, de alguna manera, responden a los intereses de las empresas porque buscan medir el impacto de la sostenibilidad en las empresas) o responder a estándares basados-en-ciencia (que, responden a problemas percibidos fuera de la empresa y que buscan medir el impacto de las empresas en la sostenibilidad).
El centro de atención está, principalmente, en las grandes empresas del mundo. Sin embargo, tales empresas no la están teniendo fácil, dado que, por todos los lados les están cayendo más y más requerimientos que apuntan a hacerles las cosas más difíciles en un entorno cada vez más turbulento.
Entre esos requerimientos se destacan los relacionados con las revelaciones de carácter financiero, pero, también, otras de tipo no-financiero (no suficientemente claras ni técnicas) con centros específicos de atención puestos, por ejemplo, ya sea en el cambio climático o en aspectos sociales y políticos.
Para los entornos contables y administrativos adquieren especial relevancia las revelaciones financieras relacionadas con la sostenibilidad (según estándares en proceso de ser emitidos por ISSB) interconectadas con las revelaciones financieras derivadas de la contabilidad (según estándares emitidos por IASB, o según los US GAAP). Ello conlleva la construcción de capacidad contable, un proceso que no puede ser eludido.
Las revelaciones financieras relacionadas con la sostenibilidad y el cambio climático hacen parte de los requerimientos mencionados. La tendencia es que se acentuarán y su implementación no será sencilla. En el presente, el criterio rector al cual se están acogiendo los distintos emisores de estándares (incluida ISSB, que para los S1 y S2 las tiene como base), son las recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD)
En este contexto surgen inquietudes acerca de cuál es la accountability de la sostenibilidad. Las empresas deben actuar con responsabilidad. Los emisores de requerimientos también debieran pronunciarse con responsabilidad. Parece que en unos y otros se están imponiendo los activistas que, cegados por sus visiones, quieren imponerse a toda costa así se sacrifiquen la alimentación, el empleo y el bienestar de las poblaciones.
¿Qué es accountability?
Accountability es un término muy difícil de traducir al español. Personalmente pienso que no conviene traducirlo.
Algunos pretenden reducirlo a respondabilidad o a rendición de cuentas, pero que en realidad es otra cosa dado que hay por lo menos cuatro estilos de accountability:
Una forma heurística para conceptualizar la alineación entre la práctica y la retórica organizacional local con los amplios discursos sociales.
El rol de los contadores y el significado de la información contable.
El vínculo entre los discursos normativos y la acción organizacional.
La característica constitutiva de la acción social con la función de alinear amplias racionalidades y el conocimiento local con la acción social.
Otros prefieren referirla como el respaldar, con acciones prácticas concretas, las conceptualizaciones teóricas con las cuales las justifican. Por aquello de evitar el cabildeo, las relaciones públicas, el lavado verde y otras formas de activismo (político, social, de género, etc.).
En lo que se refiere a la presentación de reportes financieros, accountability requiere que tales reportes estén debidamente respaldados en los registros contables (por partida doble) y que haya coherencia entre la información financiera (IFRS/NIIF, US GAAP) y la información no-financiera (no-IFRS, no-USGAAP, también denominada ‘medidas alternativas de desempeño’).
Por eso la interoperabilidad entre los Estándares IFRS/NIIF de Contabilidad (emitidos por IASB) y los Estándares IFRS/NIIF de Revelaciones de la Sostenibilidad (en proceso de emisión por ISSB) es clave para el futuro de la presentación de reportes financieros para que, además de ser útil para la toma de decisiones de los inversionistas, sea creíble para la sociedad en general.
Referirse solamente a respondabilidad o a rendición de cuentas es una manera ‘estratégica’ para eludir lo que se requiere dado que se habla a, pero no se escucha a. Esto es, se reduce a una dirección cuando el diálogo y las soluciones requieren bidireccionalidad.
Debe recordarse que, para muchos, respondabilidad es ‘una obligación ética en la gestión pública’ lo cual, en la práctica, deja mucho que desear en prácticamente todos los países del mundo.
Un conflicto todavía no resuelto
¿Debe primar la revelación según-la-industria o la revelación según Alcance 1, 2 y 3? No es tan sencillo responder que simultáneamente las dos priman.
Las revelaciones según-la-industria, también conocidas como soluciones basadas-en-el-mercado, están respaldadas por un supuesto clave:
Más y mejor información acerca del riesgo climático apoyará la asignación eficiente de capital que requiere un ajuste exitoso hacia una economía baja-en-carbón.
En el movimiento desde la revelación principalmente voluntaria hacia una más regulada, las recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) han probado ser uno de los medios más importantes mediante los cuales esta información es obtenida y comunicada.
Para la implementación de los inminentes S1 y S2, ¿quiénes llevan ventaja competitiva?
Las siete conclusiones del IFRS Sustainability Forum realizado en Montreal (Canadá) el pasado mes de febrero de 2023, publicadas el 6 de marzo de 2023 tanto por la IFRSF como por SASB, hacen referencia a la ventaja competitiva que quienes ya están usando los estándares de SASB tendrán en la aplicación de los estándares de ISSB (S1 y S2). Tales conclusiones son:
1. Los estándares de ISSB están a punto de ser emitidos [a finales del Q2 2023].
2. Los estándares de SASB son una herramienta práctica para implementar el S1 y el S2.
3. La comparabilidad global sigue siendo primordial.
4. Las jurisdicciones están considerando de manera activa los estándares de ISSB.
5. La construcción de capacidad es crítica para el éxito de la ISSB.
6. Sigue en marcha el trabajo para avanzar la presentación integrada de reportes.
7. Muchos stakeholders han permitido que la ISSB haga un progreso significativo.
Extraña que, si bien los documentos preparatorios y reuniones específicas abordaron los problemas concretos de las entidades pequeñas y medianas, en las conclusiones no aparece nada directamente relacionado con éstas.
La explicación de la segunda conclusión muestra que ISSB ha tomado partido a favor de los estándares de SASB y de la orientación según-la-industria [Traducción de SAMantilla]:
Revelaciones específicas-de-industria son requeridas en cada uno de los Estándares de ISSB. Además, el S1 requiere que las compañías consideren los estándares de SASB para identificar los temas y métricas de sostenibilidad a revelar en ausencia de un Estándar de ISSB específico. También, el S2 proporciona, como orientación ilustrativa, revelaciones provenientes de los Estándares de SASB. Como tal, las compañías que ya usan los Estándares de SASB tendrán una ventaja competitiva en la aplicación de los Estándares de ISSB. Los Estándares de SASB continuarán siendo apoyados de forma independiente por ISSB por al menos 4 años y, de manera realista, probablemente más, con los Estándares de ISSB que se basan en los estándares basados-en-industria de SASB. Al mismo tiempo, un grupo de miembros de ISSB – presidido por Jeff Hales, anterior Chair of the SASB Standards Board – ha sido establecido y encargado de desarrollar recomendaciones para ISSB relacionadas con el mantenimiento, evolución y mejoramiento de los Estándares de SASB.
Si bien primarán los S1 y S2, en ausencia de un Estándar de ISSB específico los Estándares de SASB mantendrán la ventaja competitiva que actualmente tienen y tendrán el respaldo de ISSB para mantenerla.
Esa ventaja competitiva es actual y seguirá durante bastante tiempo.
En este contexto ciertamente las prácticas basadas en ESG y GRI no gozan (ni gozarán) de la misma ventaja competitiva. Pero, en otros contextos, debe reconocerse que ESG y GRI son prácticas establecidas también basadas-en-industria, con fortalezas bastante afianzadas: ESG entre los consultores y quienes ofrecen aseguramiento de información de sostenibilidad, y GRI en las mediciones y reportes no-financieros.
La profesión auditora ha tomado partido a favor de ESG y no le será fácil cambiar. Los siguientes son algunos ejemplos de ello:
El aseguramiento de la sostenibilidad, en el contexto de la International Auditing Assurance Standards Board (IAASB) tiene esa orientación.
The Institute of Internal Auditors considera que ESG es una oportunidad dorada para la profesión aunque recientemente ha propuesto ampliar la conversación acerca de ESG a fin de incluir temas que antes no había incluido.
The Institute of Internal Auditors Singapure tomó partido por ESG. El 4 de noviembre de 2022 publicó una interesante guía que tituló Guide to Internal Review of Sustainability Report [Guía para la revisión interna del reporte de sostenibilidad].
Los estándares GRI, emitidos por la Global Reporting Initiative [Iniciativa para la presentación de reportes globales]:
Tienen más de 25 años de haber estado desarrollando y consolidando la mejor práctica de cómo las organizaciones comunican y demuestran accountability por sus impactos en el ambiente, la economía y las personas.
Son muy fuertes en las mediciones no-financieras.
Tienen amplia acogida global, incluso se dispone de ellos en español.
Disponen de sedes regionales en todo el mundo. Desde el año 2014 Colombia es la sede regional para América Latina.
Tiene acuerdos de colaboración con ISSB, pero no se han consolidado con ISSB (ni con la IFRSF), así que mantienen su independencia y su propio desarrollo.
La estructura y los estándares de CDSB:
También formaron las bases para las recomendaciones de la Task Force on Climate-Related Financial Disclosures.
Desarrollaron prácticas para ayudar a las organizaciones a revelar los riesgos y oportunidades relacionados-con-el-clima, con base en una estructura que establece un enfoque para reportar información ambiental – incluyendo cambio climático y problemas sociales – en los reportes principales, tales como reportes anuales y reportes integrados.
Estas prácticas, basadas en los estándares de la CDSB (que también son basados-en-industria), tienen una fuerte competencia en las soluciones basadas-en-la-ciencia que, debe resaltarse, están liderando lo relacionado con las respuestas al cambio climático.
Por eso, las revelaciones según el Alcance 1, 2 y 3, que son el centro de las revelaciones climáticas, son conocidas también como soluciones basadas-en-la-ciencia.
En la perspectiva empresarial no es sencillo conciliar las soluciones basadas-en-industria y las soluciones basadas-en-la-ciencia:
Se espera que el S1 y, especialmente, el S2, se conviertan en una ayuda importante para esto.
Pero la implementación práctica enfrenta al activismo (político, social, de género, etc.), un terreno donde el diálogo es muy difícil por las posiciones radicales de los activistas y los intereses no-siempre-transparentes de las distintas industrias.
De ahí la importancia que tiene el pasar de la revelación principalmente voluntaria hacia una más regulada, ojalá estandarizada y con aceptación global, tal y como es la intención de ISSB:
Desarrollar estándares que sean la línea base global de las revelaciones de sostenibilidad.
Accountability climática
Un artículo de GreenFin Weekly, escrito por Nico McCrossan, publicado el 1 de marzo de 2023 con el título de California: It’s time for all big businesses to report on climate [California: es hora para que todos los negocios grandes reporten sobre el clima], resalta que hay que mirar a California por su liderazgo en la accountability climática: legislación propuesta requerirá revelaciones de las emisiones de Alcance 1, 2 y 3 para las compañías tanto privadas como públicas con más de US$1 billón en ingresos anuales que hagan negocios en California.
Las afirmaciones centrales de Nico McCrossan no dejan duda [Traducción de SAMantilla]:
Cuando California habla, las corporaciones escuchan. Desde finales de los años 1960, el estado ha usado su exención según la Clean Air Act [Ley de aire limpio] para establecer estándares más estrictos para las emisiones y la contaminación del aire que los del gobierno federal para los vehículos que se venden en el estado.
La influencia de esas reglas se extiende, de lejos, más allá del 10 por ciento de las ventas de carros en Estados Unidos que representa California – los estándares de California son seguidos por 14 estados y por el District of Columbia.
Su influencia es innegable y, en este momento, California tiene mucho que decir acerca de las revelaciones de la accountability climática del sector privado.
Arriba mencioné que los estándares de la US-SEC (son estándares federales) están entre los que comienzan a afianzarse como los más destacados. Si bien es necesario conocer estos estándares, tal y como ISSB lo está haciendo, buscando la alineación de esos estándares con los de la Unión Europea y los suyos, es importante considerar la influencia de las leyes de California en este sentido.
Según Nico McCrossan, el 30 de enero de 2023 fueron presentados dos proyectos de ley en el Senado de California que obligarían la revelación de las emisiones de las corporaciones y el riesgo climático de las instituciones financieras. Esas dos legislaciones propuestas – la Corporate Climate Data Accountability Act (Wiener) y la Climate-Related Risk Disclosure Act (Stern) – les darían a California más perspectivas y control de sus riesgos del cambio climático.
Sin saberse cuál sea la suerte de ese tránsito legislativo, lo cierto es que va en serio. Lo importante a considerar, para el análisis que se está haciendo en el presente artículo, es que California pone su énfasis en las revelaciones de las emisiones de Alcance 1, 2 y 3, mientras que SASB son revelaciones específicas-según-la-industria.
Se percibe, entonces, un ‘conflicto’ normativo que no será fácil que las empresas lo resuelvan en la práctica: responder a estándares basados-en-industria (que, de alguna manera, responden a los intereses de las empresas porque buscan medir el impacto de la sostenibilidad en las empresas) o responder a estándares basados-en-ciencia (que, responden a problemas percibidos fuera de la empresa y que buscan medir el impacto de las empresas en la sostenibilidad).
Ojalá en el firmamento de la sostenibilidad se logre que la constelación de estándares y prácticas ya afianzados logre una alineación que ojalá sea positiva para todos. Por el bien de todos. Tanto de las empresas como de la humanidad.
* * *