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Por John Hughes – Contabilidad de los créditos de carbón, o: ¡Lo que permita Putín!
Documento original: Accounting for carbon credits, or: whatever Putin allows!
El “IFRS Accounting Standards Discussion Group” de Canadá (recientemente renombrado a partir del antiguo título de “IFRS Discussion Group”) recientemente discutió la contabilidad para el desarrollo de créditos de carbón por un generador de energía renovable.
Para ver parte de la discusión, considere una compañía con una instalación de energía solar que genera electricidad para ser vendida en el mercado de energía spot. La Compañía tiene un acuerdo virtual de compra de energía por los próximos 10 años, que incluye la venta de los créditos asociados de energía renovable: los créditos son verificados y certificados por el gobierno antes de ser transferidos al cliente. Los créditos satisfacen la definición de un activo y son clasificados como inventario; su venta hace parte de las actividades ordinarias de la compañía, que se determina es una obligación de desempeño según el IFRS 15.
El grupo discutió si los créditos deben ser vistos no como un output de la instalación sino como un otorgamiento no-monetario del gobierno, señalando que en algún sentido son una construcción de un programa del gobierno y por consiguiente podría ser visto como una transferencia de valor proveniente del gobierno – tal análisis le podría permitir a la entidad escoger la medición de los créditos a una cantidad nominal más que a su valor razonable. El IAS 20 incluye dentro de su alcance “la acción del gobierno designada a proporcionar un beneficio económico específico para una entidad o rango de entidades que califiquen según ciertos criterios”, pero esto excluye los beneficios proporcionados solo indirectamente mediante acción que afecte las condiciones generales de negociación, y “ciertas formas de ayuda del gobierno que razonablemente puedan no tener un valor otorgado a ellos y transacciones con gobiernos que no puedan ser distinguidas de las transacciones normales de negociación de la entidad”.
Con base en la discusión del grupo, la determinación puede depender en parte de si los créditos tienen valor tan pronto como la electricidad relacionada sea generada, o solo después que los créditos sean certificados; esto a su vez dependería del rol del gobierno y de la naturaleza del mercado para los créditos. Sin embargo, los miembros enfatizaron que el hecho de que un gobierno esté siendo involucrado en una situación dada no necesariamente conlleva la existencia de una subvención del gobierno: el gobierno simplemente puede estar prestando un servicio administrativo, comparable con un ingeniero que realiza una inspección final antes que una edificación pueda ser usada u ocupada (en contraste con los créditos de energía renovable, las subvenciones del gobierno generalmente no son transferibles a otras partes).
El resumen de la reunión (que, por cierto, quizás para celebrar el cambio de nombre del grupo parece últimamente ser mucho más detallado) señala: “Muchos miembros del Grupo piensan que la respuesta dependería de los hechos y circunstancias. Por ejemplo, piensan que los REC [renewable energy credits = créditos de energía renovable] podrían ser una subvención del gobierno si se considera que el gobierno está transfiriendo a la Compañía un beneficio económico, particularmente en un mercado de cumplimento. Un miembro del Grupo observó que, en un mercado de cumplimiento, el gobierno puede efectivamente crear una necesidad de REC mediante regulaciones de las emisiones. Dos miembros del Grupo comentaron que si la Compañía tiene obligaciones de cumplimiento que surgen de regulaciones de las emisiones, el gobierno puede transferir un beneficio económico a la Compañía ya sea mediante certificar REC que liquidarían la obligación o mediante dar el derecho a cargar sanciones por no-cumplimiento”.
El problema puede parecer un ejemplo más de cómo los viejos estándares de contabilidad a menudo se ven sometidos a presión cuando se enfrentan a las ideas y complejidades actuales, en este caso casi hasta el punto de lo absurdo. Los estándares pueden además apoyar el punto de vista de que un crédito particular “podría ser una subvención del gobierno si se considera que el gobierno está transfiriendo un beneficio económico para la Compañía”. Pero quizás también es verdadero que si (como la fea realidad crecientemente lo exige) usted asume un punto de vista suficientemente autoritaria de las cosas (incluso permitiendo que el IAS 20 excluya de su alcance el funcionamiento normal del sistema tributario), cualquier ingreso o activo que beneficie a una persona o compañía represente una concesión de un gobierno todopoderoso que habría tenido dentro de sus derechos confiscar todo el output generado dentro de su jurisdicción (y aún pueda hacerlo si la persona o compañía se sale de la línea – tome por ejemplo varios ejemplos de Rusia, y las anteriores reflexiones acerca del decomiso de activos civiles realizadas por Trump): en el extremo, cualesquiera $100 de ingresos ordinarios provenientes de cualquier fuente pueden más correctamente ser vistos como $100 de subvención del gobierno; la mayoría de lo que una compañía actualmente registra como activo puede más correctamente ser considerado como un préstamo del gobierno, capaz de ser recuperado en cualquier momento a discreción del señor supremo (usted sabe, de la misma manera que la capacidad de una mujer para la autodeterminación biológica podría ser limitada a lo que los legisladores, en su mayoría hombres, escojan permitir). Por supuesto, los estados financieros preparados según esta ideología no serían particularmente útiles para propósitos de inversión tal y como nosotros los conocemos (pero bajo esa forma de ver las cosas, uno no podría tener mucha confianza en los conceptos de riqueza y activos personales). Aún así, en el nuevo mundo de certificación y negociación no-monetarias, aprobadas por el gobierno, que también resulta ser un proceso de rechazo recurrente de las normas legales que prevalecen y aceptación de la extremidad ideológica, la discusión del grupo puede señalar otra forma más en la que podemos esperar que las cosas empeoren.
Bien, quizás en el futuro podamos volver a otros aspectos del problema, si nuestros maestros de la política lo permiten…
Las opiniones expresadas son solamente las del autor.
Esta traducción no ha sido revisada ni aprobada por el autor.