Por John Hughes – Hacer que la contabilidad sea genial, o: ¡Llamar a Miley Cyrus!
Documento original: Making accounting cool, or: calling Miley Cyrus!
¿Cómo podemos hacer que la contabilidad sea genial? preguntó un artículo reciente de Wall Street.
Está escrito por Joe Queenan. Aquí hay algunos extractos:
En los últimos dos años, tal y como The Wall Street Journal reportó recientemente, 300,000 contadores y auditores abandonaron la profesión, muchos en una carrera sin salida. La situación es tan grave que las firmas estadounidenses ahora están reclutando desesperadamente contadores del exterior. En otras palabras, en contaduría hay un déficit.
La razón para el éxodo masivo de “contadores de fríjoles” de la profesión puede tener mucho que ver con la existencia misma de ese término burlón. Si usted mira la definición de “contador de fríjoles” usted leerá que los contadores son tímidos, quisquillosamente meticulosos que están obsesionados con detalles triviales. En la tradición popular, los contadores son descritos como trituradores de números espectacularmente aburridos cuyos ojos están ocultos detrás de viseras verdes, que tienen la cabeza enterrada en estados financieros bizantinos y que parecen tener una historia genérica común con los campañoles.
Durante mucho tiempo, a los jóvenes no les importaba que se refirieran a ellos en tales términos despectivos, dado que el dinero era bueno y ciertamente era preferible a ser llamado mono grasiento, basurero o proctólogo.
Todo eso ha cambiado en los años recientes. Con el auge de la tenaz creencia milenaria de que el trabajo debe tener significado, que el trabajo nunca debe ser aburrido, que el trabajo nunca debe pasar de moda, la contabilidad ha perdido el brillo que alguna vez tuvo. Tampoco ayuda que contaduría sea trabajo duro.
… La solución a este problema es doble. Uno, las firmas estadounidenses tienen que elevar los salarios para hacer que la profesión contable sea más atractiva. Dos, la profesión contable tiene que dar pasos para hacerse parecer más glamorosa y atractiva. Testimonios de profesionales llamativos y excitantes del oficio ayudarían… El punto que estoy señalando es que la profesión contable misma necesita combatir su perfil público como aburrido, tedioso y triste.
… Una cosa es clara: no es bueno esperar que llegue la caballería de ultramar y equilibrar los libros. El Imperio Romano cayó en gran parte porque tuvo que reclutar extranjeros para hacer todos los trabajos administrativos existentes. Una sociedad que no puede producir suficientes contadores para hacerle seguimiento a dónde fue el dinero es una sociedad cuyos días pueden estar contados.
Desafortunada, si bien comprensiblemente, el diagnóstico que Queenan hace del problema es mucho más convincente que la solución. Las sugerencias de que películas como The Accountant [El contador] de Ben Affleck ciertamente ayudan, o que se ganaría mucho mediante “lujosos comerciales en el medio tiempo del Super Bowl para una de las principales firmas de contabilidad” con Miley Cyrus, parecen fantasiosas en el mejor de los casos (por cierto, aquí escribí sobre la película de Affleck). Aun así, parece verdad que el “significado” de contaduría ha evolucionado en peor durante los años. Yo ingresé en la profesión a finales de los años 1980 (de alguna manera al azar) como un graduado en artes – mi título particular (en cine y filosofía) siempre fue un poco inusual, pero la noción general de llegar a contaduría como un cambio de dirección no era completamente nueva. En ese entonces, los estándares eran bastante generales y los aspectos regulatorios no eran muy onerosos (¡casi sin notas!) de manera que el trabajo quizás sorprendentemente estaba bien alineado con un temperamento más creativo (sin duda el producto del trabajo era muy inferior al que ahora tenemos, pero me estoy refiriendo a la experiencia vivida de hacer el trabajo). Hoy en día cada aspecto del trabajo está mucho más definido y circunscrito, con mayores presiones y demandas de múltiples maneras, y el alcance de encontrarse y crecer de manera gratificante dentro de eso es menor. Ahora es mucho menos probable que un graduado en cine y filosofía se sienta atraído por la profesión, o (a pesar de los problemas de contratación) sea bienvenido si lo intenta.
El problema no es que la profesión contable “tenga que dar pasos para hacerse parecer más glamorosa y atractiva”, sino que realmente necesita ser más glamorosa y atractiva. Yo no tengo todas las respuestas, ni siquiera alguna de ellas, pero estoy seguro de que la dirección correcta no radica en la cada vez mayor carga de cumplimiento, en la cual se ve como una perogrullada cuyo resultado casi nadie lee aunque sea costosamente trabajada, y donde estamos destinados a escandalizarnos de que una firma principal identifique erróneamente “KPMG Audit SRL” as “KPMG Romania SRL.” Se requiere una reestructuración creativa de la infraestructura de la presentación de reportes, quizás, por ejemplo, mediante remover del alcance de la auditoría la mayor parte de las notas, proporcionándolas como información complementaria no-auditada.
Se debe fomentar la interacción entre la presentación de reportes financieros y la presentación de reportes de sostenibilidad, haciendo ello más fácil al tener un pie en ambas disciplinas. La profesión debe buscar un rango más amplio de antecedentes y temperamentos, para complementar el que ha logrado en la diversidad en otros aspectos; debe enfatizar descubrimiento sobre tecnología, coherencia sobre cumplimiento…
Y claro, salarios más altos probablemente no harían daño. Siempre y cuando no estén intentando distraer la atención de la monotonía y la tristeza…
Las opiniones expresadas son solamente las del autor.
Esta traducción no ha sido revisada ni aprobada por el autor.