Por John Hughes – Lo próximo en la agenda de Trump: ¿Acabar con la auditoría?
Documento original: Next on the Trumpian agenda: down with the audit? [11/06/2025]
Recientemente analizamos los movimientos actuales en los Estados Unidos hacia la eliminación del regulador de la auditoría, la Public Company Auditing Oversight Board…
Y como si eso no fuera suficiente, Francine McKenna recientemente publicó lo siguiente en LinkedIn:
He oído que una vez que la PCAOB sea eliminada, hay en la SEC quienes querrán ir tras el mandato de la SOX 404, y pueda ser que también el mandato de la auditoría para todas las compañías públicas.
Recordó algo que había escrito en enero de 2019:
“Eliminar por completo el mandato de la auditoría es una idea que se ha barajado como la solución definitiva para los problemas que plagan la profesión.
‘[Lynn] Turner argumenta que, para que el sistema funcione y los inversionistas obtengan la información por la cual pagan, se tienen que realizar cambios importantes.
Su primera sugerencia: las determinaciones de la Securities Act of 1933 y de la Securities Act of 1934 deben ser modificadas para eliminar el requerimiento de que las compañías sean auditadas. Las firmas de auditoría son una “industria subsidiada, como lo son las agencias calificadoras’,” me dijo Turner, y las compañías están requeridas a pagar por “auditorías sin que importe la calidad”. En lugar de ello, recomienda que cada tres a cinco años, los inversionistas voten si quieren una auditoría. Turner dice que ello requeriría que los auditores “justifiquen su existencia a los inversionistas”, y esto podría “modificar el comportamiento de los auditores, ya que ahora estarían en deuda con los inversionistas.”’ …
Dado que la mayoría de los inversionistas parece que están bien cuando compran y venden billones de acciones de compañías privadas y públicas basándose en información de ganancias llena de métricas que no-son-PCGA y no están auditadas, ¿solo es cuestión de tiempo antes que el lobo – alivio completo de toda la carga y los gastos regulatorios relacionados-con-la-auditoría – derribe toda la casa?”
Si bien uno puede reaccionar a ello con horror intuitivo, el argumento no es completamente frívolo: si el propósito de una auditoría es (de manera amplia) incrementar la confianza del inversionista en la información auditada, y si los inversionistas colectivamente señalan mediante sus acciones que tienen suficiente confianza sin ella, ¿entonces por qué continuar imponiendo tal carga, al menos sobre una base anual? Con estos antecedentes, los argumentos arriba citados al menos merecen que sean debatidos – si es que, el debate ocurra de una manera intelectual y sea coordinado a través de los mercados globales, y los participantes en el mercado tengan tiempo adecuado para prepararse para cualquier cambio de régimen. Pero la propuesta de eliminar la PCAOB fue introducida sin apenas aviso en medio de un proyecto de ley que va desde etiquetas a los alimentos hasta Medicare, inteligencia artificial y recortes de impuestos, sujeto toto ello a un solo voto a favor o en contra, difícilmente inspirando confianza en el análisis y la estrategia subyacentes, si es que existen.
Hasta donde conozco, Trump mismo todavía no ha opinado sobre el problema de la auditoría, pero en el pasado se pronunció sobre otra piedra angular del régimen de la presentación de reportes, en un tuit de 2018:
Hablando con algunos de los principales líderes de negocios del mundo pregunté qué es lo que haría que los negocios (trabajos) mejoraran aún más en los Estados Unidos. “Detener la presentación de reportes trimestrales y adoptar un sistema semestral”, dijo uno. Ello permitiría mayor flexibilidad y ahorrar dinero. ¡Le he pedido a la SEC que estudie!
No creo que el tema haya vuelto a surgir desde entonces, pero si ocurrió una vez claramente podría hacerlo de nuevo. Al menos es vagamente posible que pudiéramos ver un régimen estadounidense donde tanto la frecuencia como el aseguramiento anexo a la presentación de reportes financieros periódicos se reduzcan, en el cual, en la extensión en que el aseguramiento sea proporcionado, esté sujeto a regulación menos rigurosa, y en el cual (tomando nota del comentario de McKenna sobre SOX404 – Ud. recordará que se refiere a los requerimientos para mantener y reportar respecto del control interno sobre la presentación de reportes financieros) las expectativas de la administración y de los directores se vuelvan más flexibles. Presumiblemente el argumento sería, en parte, que todo esto “empodera” a las corporaciones estadounidenses para que se centren en la generación de valor, más que en el cumplimiento, incrementando la efectividad de los mercados de capital de los Estados Unidos. Sin embargo, incluso en las perspectivas más optimistas, tal régimen parecería estar sujeto a un riesgo sistémico y a incertidumbre de la valuación significativamente mayores.
Y para continuar con el experimento mental, en unos Estados Unidos en los que todo lo que transpira probablemente también sea uno de los otros aspectos del trumpismo – exceso y caos económicos, locura migratoria, empobrecimiento generalizado del tejido social y cultural – permanezcan intactos, reduciendo de manera drástica el atractivo del país como un lugar a visitar o en el cual invertir o cualquier otra cosa. Considerando todos los argumentos, y teniendo en cuenta que probablemente la profesión de la auditoría no escatime en el poder de cabildeo, yo no esperaría que las peores predicciones de McKenna se cumplieran todavía. Pero por supuesto, el trumpismo es de manera consistente ha reducido las expectativas nacionales.
Y ante tal desafío, ¿cómo reaccionarían los reguladores canadienses, generalmente predispuestos a seguir el liderazgo de sus contrapartes de los Estados Unidos en aras de preservar la “competitividad”, pero que también en el presente supervisan una aceleración en lugar de una dilución de la supervisión del auditor? Estoy seguro de que fervientemente esperan nunca tener que descubrirlo…
Las opiniones expresadas son solamente las del autor.
Esta traducción no ha sido revisada ni aprobada por el autor.