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Por John Hughes – Manzanas con manzanas, o: Sí, ¡No tenemos bananos!
Documento original: Apples to apples, or: Yes, we have no bananas!
Esto es de un discurso reciente del IASB Chair Andreas Barckow:
Imagine un mundo sin los Estándares de Contabilidad IFRS. La presentación de reportes de las compañías probablemente sería un mosaico en todo el mundo. No muy comparable. Quizás no muy transparente. Pueda ser que no tenga utilidad alguna. Cada jurisdicción tendría sus propios requerimientos. Esos requerimientos pueden sobreponerse o parecerse a los de otras jurisdicciones – o pueden ser completamente diferentes.
Una compañía listada en una bolsa de valores – o en varias bolsas de valores – tendría que preparar múltiples conjuntos de estados financieros. Ello llevaría una enorme cantidad de tiempo; preparar estados financieros es una gran tarea.
Los inversionistas que deseen invertir en compañías extranjeras necesitarían aprender varios sistemas diferentes de presentación de reportes. Tendrían que averiguar en qué extensión la información reportada en una jurisdicción es comparable con información reportada en otra. Tendrían que ajustar los números de las compañías para compararlos. Incluso después de toda esta investigación y análisis, los inversionistas solo podrían comparar manzanas con naranjas, más que manzanas con manzanas – quizás sin saberlo.
Esa línea de “manzanas con manzanas” fácilmente puede originar otra serie de nuestra serie periódica, Grandes Clichés de los IFRS. Por ejemplo, lo siguiente está tomado de la del 2011:
(FASB e IASB) acordaron “realizar sus mejores esfuerzos para emitir un borrador para discusión pública de los cambios propuestos a los US GAAP o a los IFRS que reflejen soluciones comunes a algunas, y quizás todas, las diferencias identificadas para inclusión en el proyecto de corto plazo durante 2003” … Luego trabajarían en el largo plazo para remover las diferencias que permanezcan y que todavía estén vigentes.
Otra forma de decir esto sería del tipo de comparar cosas como manzanas con manzanas. Si uno mira un banano e intenta compararlo con una manzana no es posible hacer una comparación exacta. Son completamente diferentes en forma, más sin embargo ambas son frutas. Entonces, en términos más sencillos, esto es lo que están intentando lograr. Mi manera de ver esto es que básicamente ambas están intentando volverse naranjas. Podrían ser diferentes tipos de naranjas, pero al menos ambas son del mismo tipo de fruta, si no es exactamente el mismo tipo.
Yo no sé si ese último parágrafo es completamente coherente, pero el intento es bastante encantador. Aquí hay uno de 2022:
Los IFRS fomentan la transparencia y la confianza en los mercados financieros globales y en las compañías que listan sus acciones en ellos. Si tales estándares no existieran, los inversionistas serían más renuentes a considerar los estados financieros y la otra información que les presenten las compañías. Sin esa confianza, podríamos ver menos transacciones y una economía menos robusta.
Los IFRS les ayudan a los inversionistas a analizar las compañías mediante hacer más fácil realizar comparaciones de “manzanas con manzanas” entre una compañía y a realizar el análisis fundamental del desempeño de una compañía.
No sé, he llegado a pensar que es una frase tonta, y no particularmente útil para ilustrar la virtud de los IFRS. ¿Conoce usted qué tipo de personas dedica mucho tiempo a comparar una manzana con una manzana? ¡Un idiota indeciso! Si usted va al mercado solo a comprar un Golden Delicious, entonces los artículos de oferta probablemente sean tan buenos entre sí, siempre y cuando evite los que obviamente estén podridos. En contraste, si usted está tentado a comprar manzanas y naranjas, pero solo puede permitirse unas u otras, entonces usted tiene una decisión en sus manos (las primeras ofrecen un bocado inmediato más rápido, pero las últimas ofrecen uno más jugoso y refrescante una vez que termine de pelarlas, etc.). El valor de los IFRS puede ser expresado de mejor manera (dentro de esta metáfora claramente exagerada) como una estructura que le permite a usted racionalmente valorar y concluir sobre los méritos relativos de todas esas opciones (¡También bananos y uvas!), si eso se reduce o no a “compararlas” de manera directa.
La era de los IFRS también ha sido una era de amplia degradación económica y ambienta, una reacción que prevalece contra la globalización y el “elitismo” percibido, un debilitamiento de las normas democráticas, y múltiples amenazas demográficas inminentes, entre otros males. Por supuesto, no estoy sugiriendo que los IFRS de alguna manera han empeorado todo, solo estoy observando que las barreras y fricciones económicas que desempeñan un pequeño papel en aliviar pueden no haber del todo sido malignas (por ejemplo, en reflejar y reforzar los intereses locales culturales y sociológicos que les dieron origen durante décadas). Si los IFRS nunca hubieran sido creados, los desafíos para los inversionistas (humanos) en cuantitativamente comparar diferentes tipos de oportunidades de inversión probablemente de manera creciente serían barridos por las mayores capacidades de la inteligencia artificial, permitiéndonos otra ruta de escape de la sombría realidad alternativa de Barckow (por supuesto, no que la contribución de la inteligencia artificial sea completamente positiva).
Oh, bueno, ya no hay vuelta atrás, ni siquiera tiene sentido jugar con el desafío de intentar imaginar un mundo sin los IFRS. Así que tendremos que conformarnos con imaginar un mundo con menos dudosas comparaciones de frutas…
Las opiniones expresadas son solamente las del autor.
Esta traducción no ha sido revisada ni aprobada por el autor.