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Por John Hughes – Más problemas con los ingresos ordinarios, o: ¡Son los impuestos los que duelen!
Documento original: More issues with revenue, or: it’s the taxes that hurt!
Tal y como cubrimos aquí, IASB recientemente solicitó retroalimentación del stakeholder para informar su revisión del estándar de contabilidad para los ingresos ordinarios provenientes de contratos con clientes, el IFRS 15.
Esto hace parte del proceso regular de revisión posterior-a-la-implementación “vara valorar si los efectos de la aplicación de los nuevos requerimientos en usuarios de estados financieros, preparadores, auditores y reguladores, son los que IASB tuvo la intención cuando desarrolló los requerimientos”. Nosotros hemos mirado alguna retroalimentación relacionada con las áreas de “principal vs. agente”, “ingresos ordinarios negativos”, y acuerdos de colaboración. Aquí hay otra. El IFRS 15.47 especifica que las cantidades recaudadas a nombre de terceros, tales como algunos impuestos a las ventas, están excluidas de la determinación del precio de la transacción, pero no define en detalle cómo hacer esa determinación. Es posible que los ingresos ordinarios reportados por una entidad puedan incluir ciertos impuestos que otra entidad excluye, con un incremento presumiblemente correspondiente en los gastos. Los US GAAP proporcionan a las entidades una elección de política para excluir todos los impuestos a las ventas (tal y como son definidos) de la línea de ingresos ordinarios, sin necesitar preocuparse acerca de si caen estrictamente dentro de la definición del gobierno. IASB decidió no proporcionar una similar elección de política, observando entre otras cosas el potencial impacto adverso de la comparabilidad. En este contexto, esto es de PricewaterhouseCoopers:
De acuerdo con nuestro punto de vista la orientación contenida en el IFRS 15 para la contabilidad para los impuestos basados-en-ventas es insuficiente. Nosotros consideramos que el impacto de esto es generalizado (particularmente en ciertas industrias tales como tabaco y bebidas alcohólicas), crea diversidad en la práctica, y el impacto es material. La única orientación contenida en el IFRS 15 que se refiere a obtener consideración a nombre de otra parte es la orientación de principal versus agente. Sin embargo, la orientación de principal versus agente no es confiable para esta valoración dado que se centra en si la entidad que reporta toma el control del bien o servicio subyacente antes de transferir el bien o servicio al cliente. En el caso de los impuestos basados-en-ventas, la transacción con la autoridad tributaria es una transacción que no-es-recíproca. Esto es, la autoridad tributaria nunca tiene el control del bien o servicio subyacente, y por lo tanto la valoración de si la entidad que reporta toma el control proveniente de la autoridad tributaria. Por consiguiente, pensamos que en este sentido el Estándar no está operando tal y como se tiene la intención que lo haga.
PWC observa que cuando el problema es material, las entidades algunas veces usan medidas alternas de desempeño para presentar los ingresos ordinarios, que incluyen un elemento de línea de ingresos ordinarios brutos / ventas en la cara del estado de ingresos, seguido por un elemento de línea para deducir impuestos especiales [‘excise duties’], con una nota que señala que los ingresos ordinarios presentados en el estado de ingresos es neto de impuestos especiales (estableciendo la cantidad de los impuestos especiales que hayan sido deducidos); y una línea de ingresos ordinarios brutos en la cara del estado de ingresos que incluye ‘impuestos’ [’duty’] – el nivel de los impuestos siendo entonces cuantificado en la cara del estado de ingresos dentro de una presentación en caja que muestra la cantidad igual contenida en el costo de ventas. Sin embargo, observan que las entidades “típicamente no proporcionan una base clara sobre cómo ha sido realizada la valoración subyacente o los juicios inherentes relacionados con cuáles impuestos han sido incluidos o excluidos de los ingresos ordinarios”.
Pero, por otra parte, en sus otras cartas comentario las otras tres grandes firmas de contabilidad no mencionaron el problema. Otras que lo hicieron incluyen la European Securities and Markets Authority, que observó “práctica divergente entre las entidades europeas en diferentes industrias en relación con la inclusión de ciertos impuestos a las ventas en el precio de la transacción y en los ingresos ordinarios”m y comentó que “considera importante incluir en el IFRS 15 orientación y ejemplos que ayudarían a que las entidades valoren si esos pagos son recaudados a nombre de un tercero”. De manera similar a PWC, la International CFO Alliance ubicó el problema en el contexto de la determinación de principal versus agente, señalando que “la pregunta final a menudo se reduce a una sobre riesgo de crédito – uno de los indicadores previos al IFRS 15, pero un que igualmente perdió importancia según el IFRS 15 cuando la Junta concluyó en las deliberaciones que tanto los principales como los agentes enfrentan exposición al riesgo de crédito”. El problema también fue un principal resaltado por Chartered Accountants Ireland:
El IFRS 15 especifica que algunos impuestos basados-en-ventas, incluidos los impuestos digitales, están excluidos de la determinación del precio de la transacción. Como las entidades están requeridas a determinar cuáles impuestos basados-en-ventas están excluidos y cuáles están incluidos en el precio de la transacción nosotros consideramos que se ha desarrollado práctica mixta en la contabilidad para los impuestos basados-en-ventas. La orientación sobre principal versus agente a menudo es usada al analizar la contabilidad apropiada para los impuestos basados-en-ventas; sin embargo, dado que no hay transferencia de control, sugerimos que esta orientación no es adecuada.
Aun así, parece que los comentarios que previamente hice en el contexto de los acuerdos de colaboración de nuevo debe aplicar aquí: se pueden reconocer plenamente los desafíos y complejidades ocasionales, y la variedad en la práctica, al tiempo que también se observa que el estándar está funcionando bien en general, y que las compañías ahora deben tener un enfoque establecido para identificar y presentar los impuestos a las ventas, por imperfecto que pueda ser. Por lo tanto, el enfoque basado-en-principios para la emisión-del-estándar no solo justifica, sino que quizás incluso requiera, evitar cualquier elaboración adicional por parte del IASB…
Las opiniones expresadas son solamente las del autor.
Esta traducción no ha sido revisada ni aprobada por el autor.