Filosofía para la inteligencia artificial
Rescatar la integridad, una tarea pendiente de contadores y auditores
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Por Samuel Mantilla – Filosofía para la inteligencia artificial. ¿Qué aporte filosófico podrán hacer los contadores para el desarrollo de la inteligencia artificial?
A nivel internacional está tomando mucha fuerza una iniciativa para aportarle filosofía a la inteligencia artificial (IA).
De alguna manera se basa en la tradición americana de de-filosofía-a-ley [philosophy-to-law], pero avanza hacia el nuevo paradigma de-filosofía-a-código [philosophy-to-code].
Su principal atractivo radica no en controlar la IA sino en buscar que sea efectiva para las necesidades humanas.
Algo que va mucho más allá de los desarrollos actuales de que sea la humanidad la que se plegue a lo que la IA quiera hacer con ella en la búsqueda de un universo inteligente.
¿Qué aporte filosófico podrán hacer los contadores para el desarrollo de la inteligencia artificial? ¿Los contadores están en desventaja competitiva para aportar a la IA? Si a estas cuestiones no damos respuesta oportuna y creíble, después no nos podremos quejar que otros profesionales hayan ocupado los campos profesionales en los que nos considerábamos competitivos porque nos eran propios.
Bases sólidas
Joe Lonsdale pulicó en Substack su Ep 105: What Can Aristotle Teach Us About AI? Training "Philosopher Builders" with Brendan McCord of the Cosmos Institute [13-12-2024]. Es una entrevista que realiza a Brendan McCord, fundador y presidente del Cosmos Institute.
En su resumen de la entrevista, Lonsdale argumenta que:
“La Inteligencia Artificial (IA) está transformando nuestro mundo. Sin embargo, muchas personas que están desarrollando esas tecnologías no tienen una base sólida en los principios de la civilización occidental. Con las ideas equivocadas, podríamos precipitarnos hacia un futuro autoritario y distópico. Pero con los valores correctos, la IA podría desencadenar en libertad y prosperidad de maneras nunca imaginadas. ¿Cuáles son las estructuras filosóficas que se necesitan para aprovechar la IA para el bien? ¿Y cómo formamos una nueva generación de filósofos desarrolladores? [Traducción de SAMantilla]
Sin dudas, una proclama en defensa de los Valores de Occidente en un momento en que las amenazas a los mismos están abundando desde diversos flancos, principalmente las ideologías woke [cultura de la cancelación] y el progresismo asociado, pero también las invasiones extranjeras arropadas en ideas religiosas fundamentalistas.
Tiene sentido, entonces, apelar a las bases sólidas, los principios de la civilización occidental, los valores pro-libertad.
En función de ello Lonsdale señala que a través de la historia la filosofía ha sido importante para aprovechar las tecnologías emergentes en pro de la libertad o el control.
En el caso concreto de la IA, Brendan analiza los cuatro enfoques dominantes de la IA:
Agoreros
Aceleracionistas
Reguladores
Tecnoautoritarios
Cada uno de esos enfoques tiene aciertos, pero también fallas. Como alternativa, ofrece tres principios y sus raíces filosóficas para aprovechar la IA para el florecimiento humano:
Razón – John Stuart Mill
Descentralización – Alexis de Tocqueville
Autonomía humana - Aristóteles
A partir de ellos es posible enfrentar las preocupaciones legítimas e ilegítimas que hay en relación con la IA, una tarea que está liderando el Cosmos Institute y su laboratorio de IA en la Oxford University.
El rescate de los Valores de Occidente es un esfuerzo que cada vez está tomando más fuerza y, si bien los principios del movimiento MAGA (Make America Great Again) hacen parte de ese esfuerzo, está claro que es un proceso que va más allá de un país en concreto porque se trata de toda una civilización. Hoy uno de los dilemas que enfrenta Occidente es defender sus valores inherentes o entregarse a los fundamentalismos.
Cosmos Institute
El Cosmos Institute, de creación reciente, es, en realidad, una red de pensadores y desarrolladores que promueven el desarrollo humano en la era de la IA:
Visualiza una sociedad en la que la tecnología mejore la razón, la descentralización, y la autonomía humana, empoderando a los individuos para que alcancen su máximo potencial. Sin embargo, las tendencias actuales apuntan en dirección contraria a este futuro.
Conecta la filosofía y la tecnología mediante el paradigma de-filosofía-a-código [ philosophy-to-code]. A medida que la efectividad de este enfoque gana reconocimiento, inspira un movimiento que reconfigura el desarrollo y el gobierno de la IA.
En lugar de controlar a las personas ‘desde-arriba-hacia-abajo’ y disminuir el potencial humano, la IA se convierte en una herramienta para consistentemente expandir la libertad humana y la excelencia ‘desde-abajo-hacia-arriba’.
El paradigma de-filosofía-a-código [philosophy-to-code] es conceptualmente nuevo, pero está arraigado en el paradigma de-filosofía-a-ley [philosophy-to-law] que hace doscientos cincuenta años les permitió a los padres fundadores de Estados Unidos crear un proceso que permitió convertir los principios abstractos de una sociedad libre en una estructura legal que aún hoy nos guía.
Brendan señala que, en el presente, en un mundo donde los algoritmos median gran parte de la vida humana, urgentemente necesitamos un proceso de-filosofía-a-código que nos permita incorporar conceptos cruciales tales como razón, descentralización y autonomía en los sistemas de IA de-escala-planetaria que le darán forma a nuestro futuro.
En función de ello, crearon:
El Human-Centered AI (HAI) Lab at the University of Oxford, que es el primer laboratorio para trasladar los principios del florecimiento humano en software de código abierto.
La primera cátedra de ‘Filosofía e IA’ en la University of Oxford.
Las becas Cosmos, que ofrecen el entorno, los recursos y la comunidad para trascender las disciplinas y catalizar un nuevo movimiento intelectual en tecnología.
El newsletter en Substack, que canaliza aportes y ofrece noticias completamente actualizadas.
Más detalles sobre esto, cómo vincularse y aprovechar estas cosas, los encuentra en el sitio web del Cosmos Institute: https://cosmos-institute.org/
Personalmente me pareció interesante que esto se está realizando con un importante aporte económico y el respaldo de la University of Oxford, que tiene amplio reconocimiento internacional y donde se han asentado varios movimientos contrarios-a-Occidente. Por consiguiente, no se está improvisando. Si bien el Cosmos Institute fue lanzado muy recientemente (5-09-2024), es algo que debe ser analizado y apoyado con celeridad.
Personalmente me gusta este esfuerzo porque tiene objetivos claros y busca aportar en lugar de dedicarse a criticar y destruir.
Contaduría, ética e IA
La profesionalización y el éxito de los auditores, se dio cuando los contadores se incorporaron al paradigma de-filosofía-a-ley [philosophy-to-law] donde se generó una muy fuerte relación entre contaduría y ley, cuyos lazos hoy se sienten muy fuertes y han derivado en prácticas tales como:
Las firmas de auditoría no se mueven sin la aprobación de sus abogados.
Los sesgos hacia lo legal y, principalmente lo tributario.
La cultura del cumplimiento, por encima de la calidad.
Prácticas y compromisos profesionales basados-en-estándares.
Es interesante recordar que la profesión de la auditoría (‘el vínculo entre contabilidad y derecho’) nació en el Reino Unido y luego se trasladó e hizo fuerte en los Estados Unidos, arraigada a los Valores de Occidente algo que, por efecto de privilegiar el negocio y el mercadeo ha estado siendo reemplazado por los Valores Progresistas.
En ese contexto, el principal pilar de los contadores y de los auditores fue la integridad, la cual se ha ido diluyendo debido a que:
Se privilegió, por encima de la ética, el negocio asociado con la profesión. En ¿Los auditores eran íntegros y ahora son consultores? ¡Los ratones hacen fiesta! Afirmé que contadores y auditores al hacer/vender auditorías sin requerir contabilidad y controles internos fuertes, están perdiendo su integridad profesional. No extraña, entonces, que insistan en el cumplimiento ciñéndose estrictamente a la letra de la norma legalmente vinculante. Y cuando no hay ésta, ¡los ratones hacen fiesta!
En un afán de mercadeo, en aras de mostrarse ‘neutrales’ y llegar a ‘otros mercados’, las firmas de contadores y auditores (‘y muchos programas de contaduría y académicos contables’) se plegaron al progresismo y a los valores woke (raza, igualdad, género…), lo cual está derivando en que hoy no son valorados por la sociedad y muchos quisieran que la IA los reemplazara. Tal y como mostré en Progresismo contable, ¡Y se preguntan por qué los jóvenes no quieren estudiar contaduría!: (1) Una profesión que era pragmática y fue exitosa como tal, la están volviendo progresista para que el éxito sea de otros profesionales, no de los contadores profesionales; (2) Primero, los estándares internacionales (Calidad) los redujeron a normas internacionales (Cumplimiento); (3) Después, dejaron la implementación de las normas a decisión de las autoridades de cada jurisdicción; y (4) El progresismo contable está siendo introducido con el mejor estilo progresista: de manera soterrada, a sabiendas de que las mayorías solo leen los titulares publicitarios y cuando reaccionan es tarde porque ya están afianzadas las nuevas prácticas.
En todo el mundo, actualmente las empresas están buscando contadores, pero no encuentran contadores. Todavía hay muchas preguntas sin resolver, tales como las que mencioné en Se necesitan contadores. ¿Dónde encontrar contadores? ¿Será porque la generación del cristal fue preparada para el progresismo, para la revolución política (por parte de las universidades y de las agremiaciones de contadores, incluida IFAC) y para la revolución tecnológica (por parte de las firmas de contadores, grandes, medianas y pequeñas)?
El Código de Ética para Contadores Profesionales, que emite IESBA, ahora va de tumbo en tumbo y no le muestra un horizonte claro a la profesión, que incentive su avance en medio de condiciones que cada vez son más exigentes. Hoy ‘la moda’ es el aseguramiento de la sostenibilidad y están generando mejoramientos específicos (granulares) que no pasan de revisiones para enfrentar el momento.
Las tecnologías digitales y especialmente la IA no son neutras:
Para contadores y auditores pueden significar fortalecer el negocio actuando como uno de los tantos desarrolladores y vendedores que solo buscan el lucro comercial, con el precio de que la profesión se marchite, o comprometerse de manera efectiva en rescatar los Valores de Occidente que le han dado integridad a la profesión.
En Asumir la responsabilidad por la tecnología en auditoría y aseguramiento. ¡Hoy no se puede olvidar que los códigos están abiertos! comenté la débil IAASB Technology Position respecto de la cual afirmé que, si bien la publicidad se refiere a que ‘estamos haciendo un cambio significativo’, en realidad el documento se refiere a que la IAASB adoptó una estructura de tres componentes “para establecer y avanzar su posición tecnológica”. Si bien la posición tecnológica de IAASB es interesante, no es oportuna. ¡Las buenas intenciones ayudan, pero las realidades afanan!
Llevar filosofía a la inteligencia artificial y rescatar la integridad son dos tareas pendientes para contadores y auditores que constituyen tanto un desafío como una oportunidad, pero ello tiene condiciones: hay muchas cosas por cambiar, y con celeridad.
Una oportunidad: porque implica avanzar desde la tradicional partida doble (con su enfoque jurídico de respaldo) hacia partidas múltiples que le permitan aportar soluciones más allá de los intereses (con su enfoque de IA de respaldo).
Un desafío: porque conllevará abandonar las seudo prácticas que hoy la tienen maniatada: los sesgos hacia lo tributario (‘creyéndose seudo abogados’), los enfoques progresistas (‘y sus ideologías en defensa de gobernanza, inclusión y demás relatos woke), la dependencia normativa (‘si no hay una norma legal que guíe, no se actúa’), el aferrarse a los negocios y sus esquemas asociados de ejercicio profesional (‘socio y auxiliares no-preparados’).
¿Qué aporte filosófico podrán hacer los contadores para el desarrollo de la IA? ¿Los contadores están en desventaja competitiva para aportar a la IA? Si a estas cuestiones no damos respuesta oportuna y creíble, después no nos podremos quejar que otros profesionales hayan ocupado los campos profesionales en los que nos considerábamos competitivos porque nos eran propios.
Invito a contadores y auditores a que creemos un centro de pensamiento dedicado a filosofar acerca de la relación entre contaduría e IA. ¿Habrá alguien que quiera acompañarme de manera efectiva?